
La Escuela
Xīn Mén (心門)
La escuela Xīn Mén (心門) nace por un deseo de su fundador, Juan Ángel Olucha, de transmitir Medicina China respetando los valores tradicionales, y garantizando al alumno una formación, conocimientos y seguridad que podrá aplicar desde el primer día en su práctica clínica.
El enfoque educativo de la Escuela Xīn Mén (心門) es proporcionar una formación completa y profunda en acupuntura y medicina china, así como en algunas otras artes orientales.
Pero en nuestra escuela, además de aspectos formativos prácticos, destacan los valores tradicionales de la enseñanza clásica china, lo que te permitirá, como alumno, crecer no sólo en lo profesional, sino también en lo personal.
Es el cultivo de estos valores el que consigue crear cada año un vínculo especial con aquellos alumnos que deciden abrir ‘la puerta del corazón’.
This is title


Formación
El programa formativo integra distintos aspectos de la tradición china, añadiendo al aprendizaje técnico una perspectiva ética, filosófica y personal.
Todos nuestros cursos están diseñados para adaptarse al alumno. Nuestra flexibilidad te permitirá acceder a ellos independientemente de cuáles sean tus circunstancias
Puedes visitar el apartado de ‘cursos y talleres’, donde tienes información detallada de cada una de las actividades formativas.


¿Por qué el nombre de Xīn Mén (心門) [la puerta del corazón]? Por Juan Ángel Olucha
En no pocas ocasiones me han hecho esta pregunta, y lo cierto es que no tiene fácil respuesta.
Pero, no obstante, intentaré recrear el contexto que me llevó a tomar esta decisión, de la cual estoy ciertamente satisfecho.
Realmente, llegué hasta allí desde el estudio etimológico de algunos grafos chinos… que trataré de expresar de la mejor manera en que mi propio corazón me lo permita.
Xīn (心)
Xīn (心) en el idioma chino, es al tiempo que un término, un radical (aquellos términos que señalan el origen y significación primaria de la palabra que lo contiene) y tiene un significado que traducimos como ‘corazón’.
Pero el sentimiento personal que acompañaba a su imagen me decía que no se trataba solo de un corazón anatómico.
Es el mismo grafo que se utiliza para señalar otros ‘significados’, puesto que también podemos definirlo como ‘centro’, ‘núcleo’, ‘mente’ o ‘intención’. De hecho, en muchos textos clásicos se habla de ‘corazón-mente’, aunque la mayoría de prácticos y estudiantes desconocen el significado que esto encierra.
Corazón habla también de shén (神) [espíritu, alma, dios, mente…] y de sangre (xuè 血). Todas estas cosas están asociadas al corazón desde la medicina china.
Indagué en sus imágenes originarias y tropecé con esta, que pertenece a la época de los huesos oraculares.

A lo que menos me pareció fue a la imagen de un corazón, pero sí me evocó a la vez un cuenco, una lengua o dos manos que abrían una puerta al cielo para que de él se posara una pequeña llamita en su interior.
Esta idea de puerta quedó grabada en mi mente, y soñé muy intensamente con puertas durante una época.
Mén (門)
Mén (門) también es un radical en sí mismo, y tiene un significado que es ‘puerta’. Al mismo tiempo, y dependiendo del contexto también significa ‘apertura’, ‘válvula’ o ‘casa’ entre otras cosas.
El término válvula es, de hecho, un término médico empleado en la anatomía cardíaca, dado que nos referimos a las válvulas cardíacas. El hecho de que sean cuatro y al tiempo sean las responsables del control del flujo sanguíneo en el corazón, tiene su significado también desde la numerología.
En los estudios de medicina china había oído hablar de ‘los orificios del corazón’. Algunos creen realmente que estos ‘orificios’ son precisamente estas válvulas cardíacas, pero en realidad el ‘orificio’ del corazón es la lengua.

La palabra
Y también hay otro aspecto ‘médico’ que quiero destacar, y es que el corazón (en la medicina china) gobierna la palabra y el discurso. Esto también tiene que ver, en parte, con el shén (神).
Todo esto me evocaba cosas y conceptos que aparecían en mis sueños. Como si un puzle fuera tomando forma en mi interior.
La palabra, aunque sea algo que cada vez se olvida más en nuestra cultura, formaba parte de los principios básicos de la educación confuciana. Dar la palabra tenía sentido en los tiempos antiguos, dado que en realidad significaba un ‘compromiso’ al que no se podía faltar.
También nos ‘com-prometemos’ cuando damos o abrimos nuestro corazón a alguien. Y aquí también la ‘palabra’ tiene su significado más allá de las letras.
La rectitud
El corazón también se representó así 忄
Algo ‘recto’ que une arriba y abajo, y que se ve acompañado de dos pequeñas llamas (o gotas de lluvia) [agua-fuego].
Incluso se representó como 㣺, en esta ocasión con tres ‘llamas’.
Hasta que quedó definitivamente representado como 心, que mantuvo estas tres llamitas (situando una de ellas en la parte superior) y dando al eje central una forma curvada que trata de identificar el contorno del músculo cardíaco.
Todo esto me evocó que el corazón representa un eje vertical (arriba-abajo) que en realidad es a la vez ‘virtud’ y shàoyīn. La línea que expresa esta ‘rectitud’ señala también a la ‘recta actitud’, algo muy relacionado con el daoísmo: el camino de la virtud.
Virtud (dé 德) es un término muy señalado en los clásicos y que muy pocos estudiantes y profesores se han preocupado por entender, pero que lleva en su grafo al corazón.
Virtud es algo que se otorga desde el cielo, así que su raíz está en el cielo anterior y desciende hasta el cielo posterior. Las dos llamitas laterales de algunas imágenes significan la manifestación del yīn y el yáng que provienen del cielo, y claro que, además, representan a papá y mamá.
‘Shénmíng’
¿Y la tercera llama? Aquella que en el último grafo vimos que ocupaba la parte más alta (señalando que proviene del cielo) y que en la primera imagen más antigua ocupa un lugar ‘dentro’ de lo más profundo del corazón me evocaba a shénmíng (神明): la luz que ilumina el corazón, a la vez que el espíritu que le hace brillar.
Y, de otra parte, lo superior (el cielo) del grafo, es una ‘puerta’ a través de la que esa luz desciende hasta el interior del corazón.
La ‘puerta’ que antes hemos representado es una puerta de doble hoja (y doble sentido). Quiere decirse que tanto se abre hacia afuera como hacia adentro.
Porque shénmíng (神明) puede estar ‘dentro’, pero no expresarse en el exterior, en el mundo que nos ha tocado vivir, ni con las personas con que debemos relacionarnos. En este caso, el shén está dentro, pero en realidad está ‘enjaulado’ o más bien ‘rodeado por corazas’.
El hecho de que la puerta sea de doble hoja significa que el shén del corazón (y su brillo, que se expresará en los ojos) tiene que entrar y salir. Tiene su sitio en el interior y en el exterior; y su ida y venida tiene que ser libre, asentada en la virtud y expresado en la palabra.
Así que el nombre de la escuela, en realidad, tiene más que ver con esta ida y venida de lo externo a lo interno, de la luz a la oscuridad (también representadas en esas llamitas del yīn y el yáng). Así que no solo trabajamos desde la forma o lo externo, sino también desde la no-forma y lo interno.

La puerta del corazón
Hay alumn@s que solo abrirán una parte de la puerta: la externa… Estudiarán nuestro modelo de Acupuntura y continuarán su camino como terapeutas.
Otros quizás acierten a abrir la interna, y en este caso, podrán ‘com-pre-hender’ la medicina china en este doble aspecto: interno y externo; quizás cultiven la vida; y quizás su shénmíng pueda deambular desde uno a otro lado de la puerta, de la puerta del corazón.
De todo corazón.
Juan Ángel Olucha
